Cada año, durante la última semana de mayo, Chile celebra la Semana de la Seguridad Escolar y Parvularia, una iniciativa impulsada por el Ministerio de Educación para reforzar la importancia de la prevención, el autocuidado y la preparación ante emergencias en los entornos escolares. Esta conmemoración busca involucrar a toda la comunidad educativa en la construcción de espacios seguros, protectores y resilientes, donde el bienestar de estudiantes, docentes y equipos de apoyo sea una prioridad.
La seguridad escolar va mucho más allá de conocer cómo evacuar una sala o reaccionar ante un sismo. Se trata de educar para prevenir, de fomentar una cultura del cuidado, del respeto y de la anticipación a posibles riesgos. En ese sentido, la Semana de la Seguridad Escolar se convierte en una oportunidad única para reflexionar, aprender y fortalecer los planes de acción en nuestras escuelas y jardines infantiles.
🔍 ¿Por qué es necesaria una semana dedicada a la seguridad escolar?
La rutina diaria en los establecimientos educacionales está llena de aprendizajes, juegos, desafíos y convivencias. Sin embargo, también pueden presentarse situaciones de riesgo como incendios, terremotos, accidentes, emergencias médicas o incluso eventos relacionados con violencia escolar. Por ello, es fundamental que tanto el personal educativo como los estudiantes estén preparados para enfrentar este tipo de escenarios.
Además, la preparación salva vidas. Enseñar a los estudiantes cómo actuar en caso de emergencia, fomentar el autocuidado y promover espacios donde se priorice el bienestar emocional y físico permite crear un entorno propicio para el aprendizaje.
🏫 El rol de la comunidad educativa
Durante esta semana, muchas escuelas en el país organizan diversas actividades como:
- Simulacros de evacuación.
- Talleres de primeros auxilios.
- Charlas sobre salud mental y bienestar.
- Revisión y actualización de planes integrales de seguridad escolar (PISE).
- Actividades lúdicas para niños sobre prevención de riesgos.
Sin embargo, es importante recordar que la seguridad no debe limitarse a una semana al año. Debe ser parte del proyecto educativo y una preocupación constante de todos los actores de la comunidad escolar: directivos, docentes, asistentes de la educación, apoderados y estudiantes. Solo con un trabajo conjunto y coordinado se puede mantener una cultura preventiva sostenida en el tiempo.
🌍 Seguridad más allá del aula
Hoy en día, el concepto de seguridad escolar también abarca otros aspectos que son igualmente importantes:
- Ciberseguridad: enseñar a los estudiantes a proteger su información personal y navegar con responsabilidad.
- Convivencia escolar: prevenir el acoso, fomentar el respeto y la inclusión.
- Salud mental: reconocer señales de alerta en estudiantes y ofrecer contención oportuna.
- Entorno físico: mantener espacios limpios, ordenados y libres de peligros.
Abordar estos temas ayuda a construir comunidades escolares más integrales, conscientes y solidarias.
🤝 Un compromiso que se construye día a día
El fortalecimiento de la seguridad escolar requiere voluntad, planificación y compromiso. La Semana de la Seguridad Escolar es una invitación a renovar ese compromiso, a revisar lo que estamos haciendo bien y a identificar áreas de mejora.
También es una oportunidad para escuchar a los estudiantes: ¿se sienten seguros en su escuela? ¿saben qué hacer ante una emergencia? ¿pueden expresar sus inquietudes? Promover su participación activa es clave para que los planes y protocolos sean efectivos y estén alineados con la realidad del establecimiento.
✅ Educar para prevenir, educar para cuidar
La seguridad escolar es una responsabilidad compartida. Desde la gestión de riesgos hasta la promoción del bienestar emocional, cada acción cuenta. Que esta semana sirva como recordatorio de que educar también es proteger, y que preparar a nuestras comunidades escolares para enfrentar desafíos es un acto de amor y de responsabilidad.
Porque un estudiante que se siente seguro, es un estudiante que puede aprender, desarrollarse y soñar en libertad