La pandemia presentó desafíos en todas las áreas posibles y una de las más afectadas fue la educación, la cual sufrió una transformación total, desde la forma en la que se dictan las clases hasta la infraestructura de los establecimientos educacionales.
Uno de estos desafíos fue la forma en la que se realiza la evaluación a los estudiantes, la que se vio en la obligación de modernizarse. Este es un tema que siempre ha sido controversial, sobre todo en la manera de establecer fehacientemente si un alumno ha alcanzado realmente el nivel necesario para avanzar y ahora, con la transformación digital, ¿Cómo se puede verificar la identidad del estudiante y su integridad durante una evaluación remota?
Una herramienta que ha tomado mayor protagonismo son los sistemas de gestión del aprendizaje, que no sólo facilitan la tarea para los educadores, sino que también para los estudiantes, UTP y directores, estableciendo un sistema enmarcado en el Decreto 67 del Ministerio de Educación.
Estos sistemas ya han sido implementados en varios centros educacionales y son capaces de crear pruebas de unidad de 1° a 8° básico en las asignaturas nucleares exigidas por el Ministerio de Educación, además de pruebas estandarizadas. Se integran fácilmente con otros softwares de gestión académica para docentes y estudiantes y entregan monitoreo en tiempo real de la toma de pruebas, análisis de los resultados de las evaluaciones y un sistema de retroalimentación para el alumno, quien podrá acceder hasta a 10 intentos para realizar la prueba.
Quizás la característica más llamativa de estos sistemas, es que son capaces de monitorear a los estudiantes mientras toman su prueba en línea, lo que alivia la labor del docente, ya que sin estar físicamente con los alumnos, es más difícil supervisar si están efectivamente utilizando sus conocimientos y no recibe ayuda externa, lo que a la larga sólo aporta a que ese estudiante no esté bien preparado para las evaluaciones siguientes.
La conclusión más importante que se ha sacado de esta inesperada pandemia, ha sido la necesidad de ponerse al día en la transformación digital e independiente de si los alumnos están en clases presenciales u online, contar con sistemas automatizados disminuye el error humano y le da al docente más herramientas para el trabajo en clases y al alumno un sistema más moderno y adaptado a sus necesidades.